
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
El periodista Jorge Ramos impactó con su columna al destacar que los títulos de la nobleza deberían erradicarse por falta de mérito para conseguirse y sus afectaciones en una sociedad igualitaria.
"Llevamos más de 200 años luchando contra los que se creen divinamente superiores a los demás y se adjudican todos los poderes. Pero tarde o temprano caerán. Con peores hemos acabado". También agregó: "A pesar de lo que algunos días pudiera parecer, el mundo avanza hacia sociedades más abiertas, democráticas y meritocráticas".
Expuso que a pesar de la romantización de la monarquía en los medios, el recién Recién reinado de Carlos III no ha pedido disculpas por un pasado esclavista y tampoco ha creado un diálogo con otros países sobre las dolorosas repercusiones del imperialismo.
Mientras que el deceso de la reina Isabel le llevó a cuestionarse su verdadero papel:
"Durante los últimos días, dentro y fuera del estudio de televisión, he aprendido muchísimo de la extraordinaria vida de la reina Isabel II, de su carácter moral, su benevolencia, su devoción por los otros y su punzante sentido del humor. La serie de Netflix "The Crown" ha sido fundamental para humanizar a un personaje caracterizado por la impasividad del cargo. Y soy absolutamente respetuoso de los que prefieren ser súbditos en un reinado".
Finalizó y aseguró que el hecho de que se preserve la realeza nos afecta a todos en nuestro día a día:
"Estoy convencido que un mundo sin reyes y reinas es mucho mejor. Más libre, más democrático, más diverso, más igualitario".
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.