
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
El fin de semana pasado, la revista Vogue publicó en exclusiva imágenes de la espectacular boda de Michelle Salas y Danilo Díaz Granados en Italia. La modelo e influencer de 34 años lució un impresionante vestido Dolce & Gabbana, que complementó con joyería de Tiffany & Co.
Fuentes señalan: "A la celebración asistió la familia de la novia; su madre, Stephanie Salas, acompañada de su pareja, el actor Humberto Zurita; así como su hermana, la actriz, Camila Valero"
Hoy se conoció que Luis Miguel sí estuvo presente en el enlace, y la revista Quién publicó imágenes donde se le ve emocionado. Quién: "Sabemos que Stephanie Salas caminó con Michelle una parte del recorrido al altar para después ser relevada por Luis Miguel, quien la entregó a su ahora esposo, Danilo Díaz".
En otra de ellas, vemos a Luis Miguel detrás de Stephanie Salas y Humberto Zurita mientras aplauden con un semblante de felicidad ante la llegada de los novios.
El diario español La Vanguardia apunta: "Al parecer, el mexicano le habría regalado unas joyas en la prestigiosa firma italiana Buccellati. El artista ha comprado un juego de aretes, diamantes y zafiros, unos pendientes de oro y diamantes y unos gemelos de oro y diamante".
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.