
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
El reconocido cirujano Terry Dubrow del programa de televisión "Botched", habla de las operaciones y de la muerte de Silvina Luna. El resultado de años de lucha por su salud, donde la modelo acusó a Aníbal Lotocki de provocarles graves consecuencias tras someterse con él a una intervención estética.
Esta semana se dio a conocer el resultado de la autopsia, revelando escabrosos detalles. El Departamento de Tanatología del Cuerpo Médico Forense señala que Luna tenía en la zona de sus glúteos "numerosas formaciones nodulares, entre irregulares hasta otras ahusadas y fusiformes, de coloración blanquecina y hasta algunas de ellas pétreas".
En una reciente entrevista con Terry Dubrow, quien desde 2014 atiende a pacientes que han sufrido mala praxis de cirugías plásticas junto a su colega Paul Nassif, fue consultado sobre el caso de Silvina: "Esa noticia llegó acá y tristemente es un caso que se hizo famoso. Desafortunadamente no es un caso muy extraño".
"Ese es uno de los procedimientos más peligrosos en la cirugía plástica. No hago el ‘brazillian butt lift' porque lleva riesgo de vida. Ningún cambio físico vale tanto"
Reflexionando sobre los riesgos de someterse a una operación con fines estéticos, dijo: "La verdad es que la cirugía plástica es peligrosa. Hay muchos formularios que hay que llenar, y la palabra "muerte" está allí. Hay que ser muy cautos e ir al cirujano plástico correcto con mucha experiencia y entrenamiento, y decidir si el riesgo vale la pena. Si es una operación que realmente necesitas"
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.