
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
La cinta de Prime Video, adaptación del exitoso libro Casey McQuiston, cuenta una historia de amor gay que está causando sensación. Y es que, el público ha encontrado similitudes entre el personaje de Nicholas Galitzine en Red, White & Royal Blue y el príncipe Harry, hjo de Diana y Carlos.
Mientras que Taylor Zakhar Perez interpreta al hijo de la presidenta de Estados Unidos, Nicholas Galitzine es el príncipe Henry, heredero al trono británico. Siendo el hermano menor del príncipe Philip, como el miembro de la realeza controversial, e incluso un parecido físico, muchos creen que Henry es un retrato del príncipe Harry.
En una entrevista con People, Galitzine aclara si realmente es así: "En los últimos cinco años, el príncipe Harry y el príncipe William han estado en el ojo público. Harry, especialmente, es ese tipo de realeza más tensa y obligada por el deber". Agrega: "Lo que le convierte en una comparación para el personaje [de la película] que la gente hará. Pero Henry tiene su propia identidad"
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.