
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
La cantante Rihanna, de 34 años ha confirmado que actuará en el Super Bowl 2023. Ella publicó en su Instagram una foto de su mano sosteniendo una pelota de fútbol americano.
La NFL tuiteó la misma foto, con la leyenda, "Vamos - @rihanna @rocnation #SBLVII @AppleMusic @NFLonFOX". El sello discográfico de Rihanna, Roc Nation, compartió la misma foto y una leyenda similar.
"Rihanna es un talento generacional, una mujer de orígenes humildes que ha superado las expectativas en todo momento", dijo el fundador del grupo, Jay-Z, en un comunicado proporcionado por Roc Nation. "Una persona nacida en la pequeña isla de Barbados que se convirtió en una de las artistas más destacadas de todos los tiempos. Se hizo a sí misma en los negocios y el entretenimiento".
Fuentes de la NFL también confirmaron la participación de Rihanna, que previamente había citado fuentes con conocimiento de la situación diciendo que ha habido múltiples discusiones entre la NFL y Roc Nation para que la cantante encabece el show. El Super Bowl 2023 está programado para jugarse en el State Farm Stadium en Glendale, Arizona, el 12 de febrero.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.