CRIS MIRÓ (ELLA) |BIOSERIE | 2024 | FLOW, TNT, MAX | CELEBRANDO EL DÍA DEL ORGULLO CON UNA HISTORIA TRANSFORMADORA | Por Mauro Patat 🏳️‍🌈 #Pride #CrisMiróElla

La bioserie, más allá de mostrarnos las plumas, las lentejuelas y los reflectores, es un gran homenaje a la identidad, la valentía y la lucha por los derechos LGBTIQ+. Este proyecto es un testimonio para que las nuevas generaciones la conozcan más y para los que somos un poquito más grandes, podamos recordarla y ver cómo Cris se enfrentó solita a todos los prejuicios que existían sobre las personas trans, abriendo así el camino para todas las que vinieron después. ¿Vamos con la crítica? 🥰

Primero voy a decir que la historia está basada en el libro “HEMBRA: Cris Miró, Vivir y morir en un país de machos” de Carlos Sanzol. Teniendo este libro como base, lograron hacer, la que para mí es, la mejor bioserie del año. Como dije antes, la trama nos transporta a las Buenos Aires de los años 90, donde la farándula, la música pop, el alcohol y los excesos eran moneda corriente en la capital porteña. En este contexto, emerge la figura de Cris Miró, convirtiéndose en la primera vedette y actriz trans de la historia argentina.

Con tan solo 8 capítulos de 25 minutos aproximadamente, nos muestran cómo Cris construye su identidad, el posterior ascenso a la fama por haber sido descubierta por Juanito Belmonte y contratada por Lino Patalano para luego ganarse el lugar de Primera Vedette de la revista del Teatro Maipo en 1995. Pero, como sabemos, la fama tiene un alto precio y ella lo pagó bien caro poniéndole el pecho a todas las críticas, a toda una sociedad conservadora y, lo más difícil, a los prejuicios de los medios. Y aquí me quiero detener en Mirtha, Susana y Marcelo. Refleja muy bien la felicidad de Cris por asistir a los tres programas de televisión más importantes de Argentina, por lo menos en esa época, pero también vemos el lado B, el de cómo sufría con las preguntas incisivas de Mirtha, con la bizarreada de Susana y Tusam hipnotizándola para que diga su nombre de hombre y los sketches de Marcelo que ya todos conocemos, donde siempre hacían el chiste fácil sobre su genitalidad. Luego, ya terminando la serie, nos presentan de una manera muy humana y respetuosa el impacto que tuvo en ella su diagnóstico de VIH positivo, que transformó su vida para siempre. En el medio de la serie pasan mil cosas más que no quiero spoilear. Y algo muy importante, que no todas las series o películas biográficas hacen por no tener problemas legales, es que aquí se animaron a utilizar imágenes y videos de archivo de ellos tres y de muchos más, haciendo que la historia que se cuenta tenga un peso testimonial.

La actriz protagonista, que se merece 80 artículos aparte, es Mina Serrano, que realiza un trabajo INCREÍBLE con una gran preparación corporal para poder recrear a Cris Miró, desde su voz, su manera de moverse, sus gestos y ni hablar del parecido físico. Creo que no existe otra actriz que se hubiese podido haber hecho este papel. Mina Serrano nació en Granada (España) y es una artista multifacética, pues es actriz, modelo y vedette trans, que también ha sufrido bullying, pero que hoy brilla con su primer protagónico en esta biopic.

Y todo el elenco que acompaña ES FABULOSO, arrancando por los padres interpretados por Katja Alemann y César Bordón, por Victorio D’Alessandro que interpreta majestuosamente al novio de Cris, y Marcos Montes que es el calco de Juanito Belmonte. No podrían haber elegido mejores actores para estos papeles. También, no quiero dejar de nombrar por sus excelentes actuaciones a Adabel Guerrero, Agustín Aristarán, Toto Rovito y Manuel Fanego (que me hizo llorar todo en uno de los últimos capítulos #Montadísima ⭐).

“Cris Miró (Ella)” es una de las series más completas que he visto en mi vida. Me refiero a completa porque cumple todas las funciones que deberían cumplir este tipo de proyectos y que muy pocos logran. Aquí no hay solo entretenimiento; también hay calidad humana al mostrar a Cris ante el diagnóstico de VIH que le dijeron cuando estaba solita internada en un hospital, mostrándonos una vez más su valentía, su resiliencia, su amor propio, su humanidad y su vulnerabilidad. Son sentimientos y elementos con los que todos nos podemos identificar, porque son rasgos que todos compartimos. También cumple la función de visibilizar y educar, dos funciones que pueden llegar a generar un cambio en la mentalidad de muchas personas que hoy en el 2024 siguen pensando como en los 90 o, peor aún, como en el siglo XIX.

Y para terminar, esta serie logra que nuestras experiencias personales se conecten con la de Cris, haciendo que recordemos que más allá de las diferencias y las etiquetas, todos compartimos emociones y situaciones universales como el miedo, la esperanza, el no sentirnos escuchados, la construcción de nuestra identidad y, lo más importante, nuestras propias luchas y triunfos. Por todo esto y mucho más, está más allá de cualquier puntaje, porque es PERFECTA.  ⭐

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