
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Este lunes 3 de abril los usuarios de Twitter comenzaron a notificar que el logo principal de la aplicación ya no es el pajarito, sino que en su lugar está apareciendo el perrito de Dogecoin.
Mundo03 de abril de 2023No se sabe si es una broma atrasada de April's Fools, o si Elon Musk está tratando de llevar a Twitter al siguiente nivel, tras el debut de Twitter Blue y las cuentas verificadas este reciente 1 de abril. Lo que sí es que ahora aparece el perroDoge que caracteriza a la criptomoneda y que tiene este can Shiba Inu.
El PerroDoge Dogecoin, es una criptomoneda basada en el meme de internet del mismo nombre, que representa a un perro de la raza Shiba Inu con una expresión divertida. Fue creada en 2013 como una broma, pero ganó popularidad y valor gracias al apoyo de celebridades, influencers y comunidades en línea. Perro Doge Dogecoin se usa principalmente para dar propinas en redes sociales, hacer donaciones a causas benéficas o comprar productos y servicios en línea. Su símbolo es Ð y su abreviatura es DOGE. La principal hipótesis tiene que ver con la criptomoneda Dogecoin, que tiene el mismo perro que ha aparecido en la parte superior izquierda de la plataforma, donde se sitúa normalmente el característico pájaro de Twitter.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.