Desde el inicio de su carrera, Raffaella Carrá ha tratado de romper moldes, de ser ella misma y no se ha sentido nunca atada por normas o la censura. Con la llegada de los años setenta, el director Dante Guardamagna la convenció para que cambiara su apellido por Carrá, asociado al del pintor Carlo Carrá. A partir de entonces y pese a haber probado suerte en Hollywood, Raffaella decidió apostar todas sus cartas al mundo de la televisión como bailarina, cantante y presentadora, porque ella siempre fue una show girl que sabía hacer de todo. Su aparición en el programa Io, Agata e tu la consagró como una estrella adorada por el público italiano. La RAI la contrató para presentar el show nocturno Canzonissima 70 y su actuación bailando y cantando Tuca Tuca mientras enseñaba el ombligo hizo que fuera censurada por el papa y que su irrupción en televisión supusiera toda una revolución para las mujeres de la época.
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La Carrá llegó por primera vez a España en 1975 cuando apareció en ¡Señoras y señores! e incluso hizo un disco con versiones de sus temas en castellano. Su éxito le llevó a presentar el especial La hora de Raffaella Carrá en TVE. Sin duda, uno de sus espacios más recordados en el país transalpino fue Pronto… Raffaella?, que se emitió en 1983 en la RAI y se convirtió en todo un fenómeno cultural que congregaba frente a la pantalla a 14 millones de espectadores y familias enteras que cambiaban sus planes para ver a la Carrá en directo cada mediodía durante los dos años que duró en antena. En este espacio llegó a entrevistar a Teresa de Calcuta, a la que recibió con un vestido de mangas transparentes con incrustaciones de cristales de Swarovski.