
Jesica Cirio vende su ropa en una feria americana en medio de la crisis
Jésica Cirio comenzó a vender su ropa luego de que detuvieran a su expareja Elías Piccirillo y en medio de la crisis.
Hace minutos una cuenta de Twitter compartió un fragmento de una escena en Gran Hermano que hizo explotar todas las redes. En este, Alexis estaba acostado en la cama con Coti y le preguntó a su pareja si estaba embarazada, a lo que la joven correntina respondió muy sorprendida de que no lo estaba. Sin embargo, luego le explica que ayer vivió una situación relacionada a ese tema que la dejó un poco intranquila, por lo cual en las redes comenzaron a surgir miles de teorías.La publicación compartía el video escena con el texto “Coti embarazada?”. Como se puede ver, ambos participantes se encontraban en uno de los cuartos cuando Alexis le preguntó a ella si estaba embarazada. Al oír tal consulta, Coti respondió rotundamente que no, pero luego le comentó otra cosa. En voz muy baja le contó a su pareja “Ayer fui al baño y vi un hilito de sangre clarita, y me dio miedo q sea el sangrado de implantación”. Esto provocó que las redes estallaran y los usuarios comenzaran a teorizar sobre esta posibilidad.Si bien todo continua siendo solo un rumor debido al comentario, varios fanáticos empezaron a publicar sus opiniones al respecto. Algunos se quedaron sorprendidos, como un usuario que comentó: “Cuando escuché sangrado de implantación”. Mientras que por otro lado hubo quienes se mantuvieron escépticos y comentaron: “Ya veo que era todo una estrategia”.
Jésica Cirio comenzó a vender su ropa luego de que detuvieran a su expareja Elías Piccirillo y en medio de la crisis.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.