
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
La actriz y modelo Emily Ratajkowski, que solicitó el divorcio de su esposo Sebastian Bear-McClard el mes pasado, confirmó su estatus romántico y descartó una pregunta sobre su supuesto romance con Brad Pitt.
"Una de las cosas sobre las que escribo en el último ensayo del libro es sobre el control y la comprensión de que una de las mejores maneras de ser realmente feliz y tener una apariencia de control es dejarse llevar", le dijo la estrella de 31 años a Variety en una entrevista. "Estoy recién soltera básicamente por primera vez en mi vida, y siento que estoy disfrutando la libertad de no estar muy preocupada por cómo me perciben".
Si bien Emily, quien comparte a su hijo Sylvester, de 19 meses, con su exesposo, optó por no dar más detalles sobre su vida amorosa, una fuente dijo que el mes pasado que ella y Brad, de 58 años, han estado saliendo casualmente.
"Emily está saliendo y disfruta de la compañía", compartió la fuente. "Está tratando de mantenerse ocupada y no enfocarse en el divorcio. Ella y Brad se conocieron a través de amigos mutuos en la industria. Fue causal y amigable".
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.