
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
La estrella Cardi B estaba en el club Angels Strip del barrio de Queens en el año 2018, cuando presuntamente su grupo arrojó botellas, sillas y una pipa de narguile, la que según la policía golpeó las piernas de una empleada del local.
Cardi B presuntamente ordenó el ataque contra dos hermanas que trabajaban en el club porque una de ellas se involucró con su esposo, el rapero Offset.
La admisión de culpabilidad de la superstrella le permite evitar un juicio y una eventual pena de cárcel. Los otros 10 cargos en su contra fueron desestimados, mientras que los dos admitidos serán retirados bajo la condición de que la artista cumpla con 15 días de servicio comunitario antes de enero de 2023.
La celebridad también debe pagar por los gastos de la corte y mantenerse alejada de las dos mujeres que la acusaron. Antes de volver a su SUV de lujo tras salir del procedimiento judicial, la rapera, interrogada por la prensa, dijo: "Siento que me veo bien".
El desenlace del caso se da después de cuatro años de idas y vueltas entre su equipo de abogados y los fiscales del estado, así como procedimientos aplazados por la pandemia.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.