
Tras varios años instalado en Miami, el comediante regresa a su país para presentar “No tan en serio”. La cita será en marzo.
La expareja del astro argentino es una de las partes querellantes del debate. Se cree que su testimonio podría complicar al médico Leopoldo Luque.Verónica Ojeda declarará este martes en el juicio que se lleva a cabo en los tribunales de San Isidro por la muerte de Diego Armando Maradona, ocurrida el 25 de noviembre de 2020.
Si bien estaba citada para el jueves pasado, por una cuestión de tiempo el tribunal resolvió que finalmente brinde su testimonio hoy por la tarde. Más temprano darán su testimonio médicos de la Clínica Olivos en la que Maradona había sido operado por un hematoma subdural semanas antes de su muerte.
Ojeda es la mamá de Dieguito Fernando, el hijo (que hoy tiene 12 años) que tuvo con el exdeportista. En representación del nene, Verónica se convirtió en querellante durante la investigación y hoy su abogado es Mario Baudry, su pareja.
Durante la instrucción de la causa, Ojeda declaró ante los fiscales y reveló que vio al “Diez” tan solo dos días antes de su muerte. Fue hasta la casa del country San Andrés, a donde Maradona había sido llevado luego de la operación a la que se había sometido por un hematoma subdural en la clínica Olivos.
“El 23 de noviembre, la última vez que lo vi con vida, estaba solo con una enfermera que estaba sentada en el living, lugar que estaba muy lejos de la habitación de Diego. Ese día Dieguito entró al cuarto con la custodia. Yo respeté ése momento de padre e hijo pero el custodio fue igual", indicó.
En su testimonio, Verónica aclaró que le sorprendió el lugar en el que estaba viviendo Maradona, sobre todo porque no parecía preparado para una internación domiciliaria.
“Me sorprendí cuando al llegar al lugar advertí que había un baño plástico blanco colocado dentro de un andador que estaba a un costado de la cama y que ni siquiera había en el lugar un duchador portátil para higienizarlo, cosa que sugerí que compraran, y que en la planta baja donde él estaba, solo había un toilette lejos de la habitación, que no tenía ni bidet, ni ducha, ni bañadera”, dijo.
También comentó que Leopoldo Luque, uno de los más complicados en el juicio, era el medico de cabecera del exdeportista. “Noté que desde que Alfredo Cahe dejó de ser su médico de cabecera, su salud comenzó a deteriorarse cada vez más. Cuando volví a tener contacto nuevamente, tomé conocimiento de que su médico de cabecera era el doctor Leopoldo Luque. El intermediario entre Luque y Diego fue Matías Morla”, sostuvo.
Antes de la última operación, el exdeportista estuvo viviendo en Brandsen, donde Verónica también solía visitarlo para llevar a Dieguito. Sobre esa época, denunció: “Mientras Diego estuvo en la casa de Brandsen vi cosas que no me gustaron respecto a la atención de su salud. De hecho tengo una sospecha muy fuerte de que quienes lo asistían, lo emborrachaban a propósito y le mezclaban psicofármacos con alcohol. Sospecho que lo emborrachaban a propósito porque Diego siempre fue una persona muy vulnerable por el entorno que lo rodeaba, siempre fue influenciable”.
Ojeda volverá a declarar, pero esta vez lo hará ante los jueces del Tribunal Oral Nº 3 de San Isidro. Responderá a las preguntas de los fiscales Patricio Ferrari y Cosme Iribarren y a las consultas de las querellas y defensas.
Hablará de cómo vio a Maradona los días previos a su muerte, cómo era la casa a la que había sido trasladado después de la operación, contará detalles de la reunión en la que se decidió la internación domiciliaria, contará los problemas de salud que tenía Diego y mencionará los años que estuvieron juntos.
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