
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
La cantante Mariah Carey, de 55 años, compartió que su madre Patricia Hickey y su hermana Alison Carey fallecieron, y ambas fallecieron el mismo día.
Mariah expresó: "Me parte el corazón haber perdido a mi madre el pasado fin de semana. Lamentablemente, en un trágico giro de los acontecimientos, mi hermana perdió la vida el mismo día".
Ella continuó diciendo: "Me siento bendecida por haber podido pasar la última semana con mi mamá antes de que falleciera. Aprecio el amor y el apoyo de todos", agregó Mariah, "y el respeto por mi privacidad durante este momento imposible".
Patricia era una cantante de ópera formada en Juilliard y profesora de canto. Se casó con Alfred Roy Carey y tuvo tres hijos (Morgan, Alison y Mariah) antes de divorciarse cuando Mariah tenía tres años.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.