
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
En una entrevista Jason Momoa habló sobre la dieta que hizo para la película Aquaman.
Jason dijo: "No consumo calorías. Sólo como." ¿En cuanto a lo que come? "Todo", señaló el actor. "Como estás quemando tantas calorías, simplemente como y consumo. Estoy en constante movimiento y trabajo muchas jornadas”.
Como él mismo dijo: "Simplemente lo meto con la pala y luego trabajo duro". Trabaja duro, come mucho, juega duro, simplemente hazlo”.
Y aunque Jason y sus músculos ciertamente causan sensación en la película, no cambia su forma de comer únicamente para conseguir una apariencia específica.
"Realmente no lo hago por vanidad", dice. continuó el hombre de 44 años. "Es más para no lastimarme. Tienes que estar preparado. Te estás poniendo un traje que pesará 40 libras. Tienes que poder moverte. Ese tipo de acción simplemente pone mucho peso sobre tus rodillas. Entonces, hazlo para no lastimarte”.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.