
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
La leyenda del tenis, Serena Williams reflexionó sobre su viaje hacia la salud mental en un conmovedor mensaje para los fanáticos.: "Hoy no estoy bien. Y está bien no estar bien. Nadie está bien todos los días. Si no estás bien hoy, estoy contigo. siempre mañana. Te amo". escribió la tenista.
La mujer de 42 años siguió la nota con una selfie de ella y su bebé Adira River, a quien ella y su esposo Alexis Ohanian dieron la bienvenida en agosto. Junto a la foto con el bebé dormido, que estaba acostado sobre su pecho y envuelto en una manta de lunares, Serena añadió: "Esto me hace muy feliz".
La madre de dos hijos ha sido sincera en su viaje hacia la salud mental a lo largo de los años. "Sé que es muy importante ponerse a uno mismo en primer lugar, especialmente mentalmente", explicó en 2022, "Siempre tengo momentos cerrados. Tengo límites serios y no dejo que nadie cruce esos límites".
Recientemente, esos límites han incluido el retiro de Serena del tenis en agosto de ese año, y ella señaló en un ensayo de Vogue en ese momento que estaba "alejándose" del deporte para centrarse en "otras cosas que son importantes" para ella. Como ella dijo: "Comencé una familia. Quiero hacer crecer esa familia".
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.