
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Mediante sus redes sociales, el cantante Juanes, confesó que contrario a lo que anteriormente pensaba, abrir sus emociones ante sus problemas ahora no lo considera cobardía o debilidad pues "sentirse vulnerable lo hace más fuerte".
Aparentemente todo sucedió mientras se encontraba alcanzando el éxito en la industria de la música: "Sufrí uno de los golpes más duros de mi vida. Estaba en pleno apogeo de mi carrera, cientos de conciertos, a primera vista una vida perfecta y envidiable. Pues bien, por dentro estaba destruido, desilusionado y cansado", reveló.
Sin embargo, según confesó el cantante, el burnout laboral cobró factura: "Llegué a un punto de cansancio tal que odiaba verme al espejo, escuchar mi música, verme en alguna publicación, y, lo más doloroso, no disfrutar de estar en el escenario", aseguró Juanes.
No obstante el famoso decidió contar su historia y concientizar a su público sobre esta afectación: "La depresión es una enfermedad muy común, más común de lo que imaginas. Yo personalmente la sufro desde hace muchísimos años. He tenido que lidiar con estos factores genéticos y químicos desde hace mucho tiempo atrás" (...)
Y detalló que aunque se tardó en contarle todo a su familia y amigos cercanos quienes le apoyaron incondicionalmente, vivió mucho tiempo ocultando su aflicción:
"Nunca tuve la fortaleza de decir: 'Estoy cansado, necesito un momento'. O si lo hice, creo que no me tomaron en serio".
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.