
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
El matrimonio entre David y Victoria Beckham está junta desde hace más de 25 años y formó una enorme familia junto a sus hijos Brooklyn, Cruz, Romeo y Harper Seven.
Sin embargo no todo es color de rosa y recientemente salió a la luz una supuesta infidelidad del astro deportivo a su esposa, que habría ocurrido años atrás. Resulta que, la periodista española, Daniela Requena Esteve, reveló que la dupla estuvo al borde del divorcio a comienzo de los 2000 cuando David le habría sido infiel a Victoria con su asistente: "Cuando llegó a España, no hablaba español con lo que necesitaba una mano derecha, fue ahí cuando entró en juego Rebeca Loss", contó Esteve.
"El roce hace al cariño y lo que empezó siendo una relación profesional se acabó convirtiendo en una aventura llena de pasión. Cuando el río suena, agua trae", agregó.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.