
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
La cantante Paquita la del Barrio atraviesa un complicado problema que le obligó a cancelar su presentación del 12 de febrero debido a fuertes dolores.
El representante de la mexicana, Francisco Torres, contó a los medios de comunicación que la cantante inició con dicho padecimiento a mediados de la semana pasada: "El miércoles empezó con un dolor de ciática". Debido a su estado, el doctor sugirió adherirle unos parches para el dolor:
"Le explicamos al doctor y dijo 'hay que hacerle una resonancia magnética, que nunca le han podido hacer, para sacar estos puntos, pero mientras vamos a quitarle el dolor con un parchecito de un medicamento que es algo como la morfina, no precisamente morfina, y con eso en dos días está bien'", explicó previamente.
Los últimos reportes aseguran que la estrella se encuentra en estado delicado: "La fue a ver el doctor y me dijo 'no hay que hacer nada, sólo esperar a que se le pase el efecto, en algunos pacientes, aunque bien Paquita está fuerte, el efecto llega a durar hasta cuatro días'. Está durmiendo, esa consciente, pero somnolienta", continuó. "Hasta este momento la señora sigue es un estado delicado porque no puede despertar".
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
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Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.