
Jesica Cirio vende su ropa en una feria americana en medio de la crisis
Jésica Cirio comenzó a vender su ropa luego de que detuvieran a su expareja Elías Piccirillo y en medio de la crisis.
Marcelo Gonzalez reprodujo el disputado archipiélago con tecnología made in Rafaela para un museo marplatense, logrando un realismo impresionante
Curiosidades16 de abril de 2022Las impresoras 3D fabricadas en la ciudad de Rafaela por FAR Innovation siguen revolucionando el mundo de las nuevas tecnologías. Esta vez fue el turno de la impresora Tecnoart II, la primera en pisar la Antártida tras el envío de dos ejemplares al continente helado a mediados del 2016.
Marcelo Gonzalez es un usuario de este equipamiento y con él ha realizado una maqueta por encargo del "Museo de Malvinas Teniente Aviador Naval Marcelo Marquez", la cual consiste en una réplica del archipiélago disputado entre Argentina y Gran Bretaña. Para ello debió descargar el mapa topográfico generado por satélite y luego comenzar con el trabajo de impresión que le llevó 240 horas.
Luego de unir las partes, pintó la maqueta y el mar lindante para darle mayor realismo, logrando un resultado sorprendente. De esta forma se puede apreciar la geografía de las islas de una forma nunca antes vista, mostrando un terreno con picos puntiagudos muy elevados y erosionados por el viento helado del mar argentino, lo que cambia nuestra perspectiva de lo que debió haber sido la guerra de 1982 en un lugar tan hostil.
La impresión 3D está en constante evolución y posee infinidad de aplicaciones. Hasta ahora se han utilizado estos equipos para crear pequeños objetos, pero ya se comienza a poner en práctica la idea de volcar esta tecnología a la construcción en masa de casas, automóviles o puentes, lo que reduciría el tiempo, costo y error humano al extremo.
Jésica Cirio comenzó a vender su ropa luego de que detuvieran a su expareja Elías Piccirillo y en medio de la crisis.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.