Maxi Clark
La estrella de The Kardashians, Kylie Jenner compartió fotos nuevas, algunas de las cuales incluían instantáneas de sus hijos con Travis Scott, en Instagram. El carrusel de fotos de Kylie se produjo casi una semana después de que Balenciaga, quien ha colaborado frecuentemente con su hermana, Kim Kardashian, emitiera una disculpa por su controvertida campaña que involucra a niños.
Ahora, después de que un usuario de TikTok hiciera un video acusando a Kris Jenner de "decirles a sus hijos que publicaran las fotos buenas después del escándalo de Balenciaga", Kylie ha reaccionado a la acusación. "Uh, ¿por qué publicaría a mi hijo para encubrir a Balenciaga?", respondió ella en los comentarios. "Es por eso que no hago esto. Siempre hay algo que decir".
La respuesta de Kylie al clip del usuario de TikTok también se produjo menos de 24 horas después de que Kim rompiera el silencio sobre la controversia que rodea a la casa de moda: "He estado callada en los últimos días, no porque no me hayan sorprendido ni indignado las recientes campañas de Balenciaga, sino porque quería tener la oportunidad de hablar con su equipo para entender por mí misma cómo pudo haber sucedido esto", escribió Kim en una publicación. "Como madre de cuatro hijos, me han conmocionado esas imágenes inquietantes".
Ella continuó, "La seguridad de los niños debe tener la mayor consideración y cualquier cosa en contra no debe tener lugar en nuestra sociedad, punto". "Nuestras bolsas de ositos de peluche y la colección de regalos no deberían haberse presentado con niños", continuó la declaración. "Esta fue una elección equivocada por parte de Balenciaga, combinada con nuestra falla en evaluar y validar las imágenes. La responsabilidad de esto recae solo en Balenciaga".
Según documentos judiciales presentados ante la Corte Suprema del Estado de Nueva York, Balenciaga presentó una demanda contra la productora de la campaña de primavera North Six Inc. Un representante de North Six se negó a comentar.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.