
VIUDAS NEGRAS P*TAS Y CHORRAS | SERIE | MUCHO HUMOR Y CRITICA SOCIAL | FLOW, TNT Y HBO max | 2025 | RECOMENDACIÓN POR Mauro Patat
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Elon Musk anunció este sábado que Donald Trump tiene permiso de volver a Twitter. El magnate justificó su decisión en base a una encuesta realizada en su propia cuenta."La gente ha hablado. Trump será reinstaurado. Vox Populi, Vox Dei", escribió Musk en su cuenta. En poco tiempo, los usuarios pudieron ver el regreso de la cuenta de Trump y cómo aumentaba rápidamente su número de seguidores.
Ya desde antes de tomar control de la red social, Musk dijo que no restauraría cuentas suspendidas hasta que la compañía tuviera un consejo de moderación de contenido con "puntos de vista muy diversos". A pesar de esto, el viernes decidió encuestar a sus seguidores en Twitter para que decidieran, por "Sí" o "No" el "Restaurar al ex presidente Donald Trump".
El "Sí" ganó por un ajustado 52%. Hasta el momento no es claro cuantos de esos votos pueden haber provenido de los bots que tantó pusieron en duda la compra de Twitter por Musk.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Anoche terminé de ver Mazel Tov, la nueva película de Adrián Suar, y todavía tengo los ojos húmedos. No solo por su historia judía cargada de tradición y códigos familiares, sino porque habla de algo que atraviesa a todas las familias, sin importar origen, fe o idioma: los vínculos. Los que tenemos. Los que no supimos cuidar. Y los que aún pueden repararse.
Durante años, cada junio se vestía de colores. Las marcas corrían a cambiar sus logos por arcoíris, influencers hablaban de inclusión con brillo en la cara, y hasta los políticos más cínicos publicaban una fotito con la bandera LGTBIQ+ para “quedar bien”. Era el pinkwashing en su máxima expresión: no era amor, era marketing. Pero este 2025, algo cambió. Algo se apagó. Algo se incendió.
Si Yiya Murano tuviera FLOW, esta sería su serie favorita. Acá no se matan con veneno, pero el humor es igual de letal.